Betis
Rubén Castro se retira del fútbol
El máximo goleador de la historia del Betis pone fin a su trayectoria profesional como futbolista
Merecido reconocimiento para Rubén Castro
Ayoze, convocado por España para la Eurocopa 2024
Rubén Castro cuelga las botas. El día de la convocatoria de Ayoze en la Eurocopa ha deparado tras de sí una sorpresa que nadie esperaba por parte de otro compatriota: que el máximo goleador de la historia del Real Betis Balompié pone fin, a sus 42 años, a su trayectoria como jugador tras su última etapa en el Málaga en Segunda división. Se retira por tanto de los terrenos el artillero que más veces ha visto portería con el conjunto verdiblanco: 147 goles en 290 partidos en los que vistió la verdiblanca. Ha sido precisamente el club de su vida, el Betis, el que ha comunicado la noticia con un escrito por parte del delantero y un vídeo en el que es imposible resumir su aportación vital al club bético en el siglo XXI. Se marcha siendo el máximo goleador histórico de Segunda; el jugador con más partidos entre Primera y Segunda, y el tercer futbolista con más goles marcados entre sendas divisiones del fútbol español.
Muchos béticos en las redes han mostrado su pesar por que el delantero canario haya puesto fin a esta sobresaliente andadura en la que se le contabilizan nada menos que 312 goles en 744 partidos jugados en más de 24 años como futbolista profesional, desde que debutara. Las Palmas, Albacete, Deportivo de La Coruña, Racing de Santander, Nástic de Tarragona, Huesca y Rayo Vallecano fueron las aventuras previas antes de llegar al Betis, donde aterrizó en la temporada 2010-11, hasta la 2017-18, nada menos que ocho años defendiendo la camiseta verdiblanca, y formando junto a Jorge Molina una de las delanteras más recordadas del Betis contemporáneo. Guizhou Hengfeng, regreso a Las Palmas, paréntesis de dos campañas en Cartagena y retirada en el Málaga han sido los últimos capítulos de un Rubén Castro que dice adiós con un extenso comunicado.
🦈⚽️🎯
— Real Betis Balompié 🌴💚 (@RealBetis) June 7, 2024
Los porteros ya pueden descansar.#LaLeyendaDel24 pic.twitter.com/hH0dixygVx
Dos recuerdos especiales: Pepe Mel y Jorge Molina
«Me ha costado llegar a este momento. Qué digo. Todavía me cuesta verme alejado de la pelota. No soy capaz de hacerme a la idea de que esto se ha terminado. Quizá por eso he tardado tantos meses en anunciaros que mi etapa como futbolista en activo toca a su final. Lo hago porque me considero un afortunado. Aquel muchacho que se divertía en el Club Artesano, el modesto equipo de Las Palmas donde empecé, ha superado todas las barreras que ni siquiera hoy soy capaz de imaginar: disputar como delantero casi 800 partidos oficiales y celebrar como propios más de 300 goles. Con todo esto en la mochila del fútbol y de la vida, considero que es el momento de dejar descansar al balón. Me despido con cariño, respeto y admiración especialmente a dos clubes y a dos personas que han marcado mi carrera. He defendido los colores de once equipos durante más de veinte años como profesional, del norte al sur de la península y hasta una aventura en China».
«De todos guardo su estima porque de todos recojo maravillosas vivencias que nunca me abandonarán allí donde esté. Pero tengo que ser honesto con todos: dos clubes son especiales, dos clubes los he sentido como propios. Sí, la UD Las Palmas y el Real Betis Balompié me hacen sentirme un privilegiado, Pertenecer a la historia de ambos me congratula. Con ellos, me hice mejor, me superé como persona y como futbolista y sólo me queda expresar mi gratitud eterna a sus dos aficiones y a esos seguidores que me apoyaron en las buenas, y sin dejarme caer en las malas. En esta despedida, mirar atrás me abruma. Agradezco la oportunidad que me concedieron técnicos, empleados y compañeros de esa lista interminable de equipos en los que desarrollé mi felicidad. Voy a nombrar a dos muy particulares No significa que no me acuerde de muchos otros, pero singularmente la figura de Pepe Mel se encuentra grabada fuego en mi trayectoria. Nadie me entendió mejor que él. como con nadie me entendi en el césped como con Jorge Molina. Esos años en el Villamarín nunca tendrán fin en mi memoria. Concluyo con el orgullo de pertenecer al mundo del fútbol, al que de alguna u otra mamera seguiré vinculado, dónde si no. Hasta aqui hemos llegado y desde aquí, con humildad, buscaré seguir amando a la pelota».
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