El palio de la Estrella y el manto del Gran Poder, dos obras de Garduño destinadas a encontrarse
Aunque ya han coincidido con anterioridad, las dos piezas de bordado saldrán juntas a la calle por primera vez el próximo otoño con motivo del 25 aniversario de la coronación de la Estrella
La Estrella llevará el manto de salida de la Virgen del Gran Poder en el 25 aniversario de la coronación

Cuatro años separan la hechura de las dos obras, salidas ambas del taller de Fernández y Enríquez. El manto azul de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, estrenado en 1991, y el palio más nuevo de la hermandad de la Estrella, que data de 1995, son dos obras diseñadas por Antonio Garduño Navas que parecen estar hechas para salir de forma conjunta.
Esta circunstancia se dará por vez primera con motivo del 25 aniversario de la coronación canónica de María Santísima de la Estrella, como ha hecho público la hermandad esta semana. Reunida en fraternal convivencia con la del Gran Poder en la capilla de la corporación trianera, se solicitó formalmente el manto de Garduño, que presenta un diseño simétrico floral con rocallas, para su uso durante los fastos de tan señalada efeméride, petición que tuvo respuesta afirmativa por parte de los de San Lorenzo.
No es, sin embargo, la primera ocasión en que ambas piezas de bordado se presentarán como si formaran parte del mismo conjunto. Ocurrió en febrero de 2020, justo antes del estallido de la pandemia del covid, cuando una exposición monográfica dedicada a una figura tan importante como Garduño reunió palio y manto el Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla. Ambos aparecían en el patio central del edificio de la calle Sierpes montados juntos, sorprendiendo a numerosos visitantes por la gran armonía existente entre ellos.

Un año más tarde, en Cuaresma de 2021, la Virgen de la Estrella lució el manto de Garduño durante su besamanos, celebrado aquel año en el presbiterio de la parroquia de San Jacinto, donde estuvo la corporación del Domingo de Ramos durante los dos años que duraron las obras de remodelación y ampliación de su capilla, casa-hermandad y dependencias. En el altar efímero instalado para tal ocasión, la dolorosa estaba cobijada por el palio azul de Garduño y, además, vestía su saya burdeos diseñada por el histórico vestidor y proyectista sevillano, por lo que el conjunto de bordados era íntegramente obra suya.
Dos palios completos en la calle
La del próximo otoño será, por tanto, la tercera vez que ambas obras se unan en tan acertada simbiosis. Una circunstancia que permitirá a la hermandad de la Estrella mostrar a Sevilla dos conjuntos completamente diferentes durante la celebración de la efeméride: el ya mencionado de Garduño en una de las procesiones; y uno más clásico, centenario, constituido por el excepcional palio de Rodríguez Ojeda, originalmente de la hermandad de la Macarena, y el característico manto bordado por Consolación Sánchez, adquirido precisamente a la hermandad del Gran Poder en 1908, para la otra.

Hay devotos y cofrades que ya fantasean con que la historia vuelva a repetirse y que la corporación de la calle San Jacinto se haga en un futuro próximo con esta pieza del bordado sufragada por el fallecido Manuel Ruiz de Lopera para su hermandad del Gran Poder. Lo cierto es que lo de este año será una ocasión especial ideada para un acontecimiento extraordinario.
Antonio Garduño fue una de las figuras más relevantes del arte de vestir a las imágenes en el siglo XX. Vestidor de la Estrella y la Esperanza Macarena, es el autor de la impronta más conocida de ambas imágenes en lo que al atavío se refiere. Además, son suyos los diseños de los mantos bordados de San Roque, la Trinidad y el Gran Poder, así como los de tocas de sobremanto para la Macarena y San Gonzalo, el palio y los faldones de la Virgen de la Estrella o el simpecado del Rocío de la Macarena.
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