en el centenario de la muerte de kafka
Alfred, el tío de Madrid
Mujeriego y solterón, afable y educado, triunfó en España, hizo de Madrid su ciudad y nunca perdió el contacto con su sobrino Franz
«Kafka no acaba nunca. No puede acabar. Interminables se vuelven todos los caminos por la duda»
(Elias Canetti )
«O mi tío nos busca un empleo en España o tendremos que marcharnos a Sudamérica o a las Azores, a Madeira» eso escribe a ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete