Jacome acosó al interventor y orquestó su cese por resultarle «incómodo»
Un juzgado de Orense declara nulo el expediente para cesarlo. El funcionario de ser restituido «inmediatamente» en su puesto

Se atrevió a desafiar, incluso, al Gobierno, y esta vez le salió cruz. La conducta del alcalde de Orense, Gonzalo Pérez Jácome, para con el interventor del Concello, es «constitutiva de acoso en el trabajo, declarando la nulidad de pleno derecho de todas las actuaciones», incluido «el expediente» y «la resolución por la cual se le cesa». Así lo establece la sentencia del Juzgado de lo Social número 1 de la ciudad de As Burgas, que condena a los demandados a que «lo repongan inmediatamente en su puesto», así como a indemnizarlo con 30.000 euros. La sentencia, con fecha de este jueves, y divulgada el mismo día por el TSXG, se puede recurrir ante el Superior gallego.
El pasado lunes, el Ayuntamiento informaba, a través de una circular informativa de la Alcaldía –recogida por EP–, que el interventor regresaba a su puesto en virtud de una resolución judicial que dejaba sin efecto su cese. Después de que Jácome lo pusiera a ocuparse de multas de tráfico. Como medida cautelar, en paralelo a un recurso contencioso-administrativo, pedía y conseguía regresar a su desempeño previo.
Ahora, el juzgado declara nulo el cese, al considerar probado que, «como consecuencia del informe» que emitió el interventor que fue a pleno el 1 de agosto de 2023, Jácome «inicia una campaña de desprestigio» del funcionario tanto en los plenos como en las redes sociales, «que no tiene otra finalidad que justificar ante la opinión pública, su futuro cese en su puesto, al resultar un funcionario incómodo». Ese cese, recuerda el juez, se lleva a cabo a pesar de existir un informe, del Ministerio de Hacienda, «que se opone radicalmente», por no ser el demandado de libre designación. Y considera «probado», por tanto, que hubo «un proceso de acoso», «y no (...) un mero conflicto, al estar ante una actuación desproporcionada por parte del señor alcalde, que no tiene más finalidad que la de dañar la integridad psíquica del trabajador».
Esto, prosigue la conducta, se efectuó por tres vías –plenos, redes sociales y cese–. Trufado de «una serie de descalificaciones tanto hacia su trabajo, como en su conducta». El magisrado da la razón al interventor al considerar que el líder de Democracia Ourensana incurrió en «conductas que pueden considerarse como constitutivas de acoso según el Protocolo de Prevención del Concello»; tanto por el «descrédito de la capacidad laboral del funcionario», como al afectar al «prestigio personal».
La sentencia, asimismo, considera acreditado que la actuación del alcalde «ha provocado un daño en la salud del» interventor. Los informes expedidos por su médico de cabecera, que lo asiste desde el 2 de enero de este año, reflejan un «cuadro de ansiedad», con sucesivas visitas a la consulta, hasta un diagnóstico de «un trastorno de ansiedad».
Jácome, contra la prensa
La reacción de Jácome ha consistido en revolverse, una vez más, contra otro de sus grandes enemigos, junto con los funcionarios: los medios de comunicación. A los que, fiel a su estilo, se atreve a indicar cómo han de hacer su trabajo. En X (Twitter), se preguntó el regidor: «¿Le dará ahora la prensa la misma difusión? Lo dudo». Adjuntos, 'pantallazos' de noticias sobre una denuncia por presunto delito de prevaricación administrativa y malversación de caudales públicos contra el alcalde, archivada por la Fiscalía Provincial de Orense. Una decisión que sí difundió convenientemente el Ayuntamiento.
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