Biden limita el acceso al asilo de los migrantes que cruzan la frontera con México
La Casa Blanca no ha precisado cuálos son las medidas, pero sí ha adelantado que son temporales
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La Casa Blanca ha anunciado este martes nuevas medidas para impedir que todos aquellos migrantes que crucen la frontera sur de manera ilegal puedan recibir asilo, a fin de facilitar las expulsiones de quienes no están amparados legalmente para quedarse.
No obstante, ha matizado que estas medidas, que la Casa Blanca no ha precisado, no pueden sustituir a las que se están debatiendo ahora en el Congreso, que contemplan un mayor número de efectivos y de fondos.
El Gobierno estadounidense ha aprovechado para reprochar nuevamente a los republicanos de la Cámara de Representantes que estén anteponiendo sus intereses partidistas a la seguridad nacional y que hayan votado en dos ocasiones en contra del conjunto de reformas «más duras y justas en décadas».
La Administración Biden, destaca el comunicado, ha desplegado «la mayor cantidad de agentes jamás vista» para abordar la situación en la frontera sur, ha incautado «niveles récord de fentanilo» en los puertos de entrada y ha reunido «a los líderes mundiales para abordar los patrones migratorios que afectan a todo el mundo».
Estas normas no son permanentes, recalca la Casa Blanca. Se suspenderán cuando el número de migrantes que cruzan la frontera sea lo suficientemente bajo como para que el sistema estadounidense pueda gestionarlo de forma segura y eficaz e incluyen excepciones humanitarias, como menores no acompañados y víctimas de trata.
Hasta 2.500 al día
Las nuevas medidas entrarán en vigor de inmediato y tendrán excepciones para los niños no acompañados, las personas que se enfrentan a graves amenazas médicas o de seguridad y las víctimas de la trata de personas, ha detallado un alto funcionario en una llamada con periodistas.
Biden, demócrata, ha endurecido su enfoque de la seguridad fronteriza en un momento en que la inmigración se ha convertido en uno de los principales asuntos para los estadounidenses de cara a las elecciones del 5 de noviembre, en las que se enfrentará al republicano Donald Trump en una revancha de la contienda de 2020.
Las nuevas restricciones se activan cuando la media diaria de detenciones en la frontera supera las 2.500 durante una semana y se pondrán en pausa cuando las detenciones caigan por debajo de las 1.500 diarias, ha ahondado el funcionario.
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