Luis Planas: «China se toma muy en serio reequilibrar la relación comercial con España»
El ministro de Agricultura viaja al gigante asiático para acelerar la apertura de nuevos mercados
Entre el pragmatismo y la superficialidad: España según Xi Jinping

Medio siglo después del «Gaige Kaifang», la Reforma y Apertura, China sigue abriéndose; evidencia del cauteloso y artero ritmo al que descubre su mercado mientras, con reciprocidad dolosa, sus remesas colman el mundo. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, realiza estos días un viaje oficial al gigante asiático para afianzar la sólida relación agroalimentaria de ambos países en pos de nuevos recovecos para los productos españoles.
«China es un mercado muy importante. En 2023 vendimos unos 1.900 millones de euros, de los cuales una parte sustantiva, 1.200 del total, son cerdo y derivados», explica el ministro, que atiende a ABC durante un reducido encuentro con medios de comunicación en la embajada de Pekín. «España es la séptima potencia agroalimentaria del mundo y la cuarta de la Unión Europea», incide. «Hacemos dos tercios de nuestras ventas en la UE y un tercio fuera. Nuestros principales mercados [no comunitarios] son, por este orden, Reino Unido, Estados Unidos y China. Aquí, pese a que ya vendemos mucho, todavía hay un gran potencial de desarrollo».
«Tenemos una balanza comercial muy desequilibrada, casi todo el mundo la tiene. El 61% del déficit global español corresponde a importaciones chinas, pero [las autoridades chinas] se han tomado muy en serio reequilibrar la relación comercial con algunos países», añade. El exceso de capacidad de la industria china y la consiguiente avalancha de exportaciones supone una problemática de consecuencias políticas cada vez más punzantes, como prueba la investigación de la UE a los coches eléctricos. Cuestionado al respecto, Planas afirma haber percibido «una sensibilidad que en el pasado no existía». «El sector agroalimentario puede jugar un papel en ese reequilibrio, y a nosotros nos interesa». Este ámbito, de hecho, ofrece uno de los escasos brotes verdes: una balanza «favorable a nosotros en 500 millones».
El ministro, por tanto, acude con «la pretensión de avanzar en la apertura de nuevos mercados». «Quiero ser muy cauto, tanto por respeto a las autoridades chinas como a los propios sectores, porque todos tienen interés, así que prefiero no hacer menciones específicas. Estamos trabajando en varios sectores cárnicos –vacuno, ovino, aviar– y no cárnicos, algunos pesqueros y agrícolas».
Por las buenas
Planas ya participó el pasado mes de febrero en la reunión en Córdoba entre el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y el jefe de la diplomacia china, Wang Yi. Este encuentro facilitó la retirada de las restricciones de vacuno en vigor desde el año 2000 a causa de las «vacas locas». China estructura sus intercambios a base de protocolos bilaterales, por lo que el clima de entendimiento facilita las relaciones comerciales. De igual modo, el régimen también las emplea como arma ante desavenencias geopolíticas, tal y como sucediera con Australia, Lituania o Corea del Sur.
La diplomacia da así sus frutos, secos: China, por ejemplo, obsequió a España con la apertura del mercado de la almendra en marzo del año pasado con motivo de la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. «A pesar de que el proceso técnico ha resultado muy complicado y la campaña corta, ya hay dos empresas exportando que han mandado cuarenta contenedores», destaca la comitiva ministerial. «No hemos hecho más que empezar, los primeros salieron a principios de año y tardan cuarenta días, pero tenemos muy buenas expectativas, la almendra viaja muy bien así que no le afecta el corte del canal de Suez».
Planas aterrizó este miércoles en Shanghái, donde asistió a la Feria Internacional de la Industria Alimentaria, en la que han participado 78 empresas españolas. «La mayor parte de ellas cárnicas, pero había mucha variedad, hasta de golosinas y dulces. Esto demuestra que nuestro producto es muy diverso, aunque entre el consumidor chino destaca una gran afición al ibérico de calidad, también al vino y al aceite de oliva», señala.
Su agenda ha incluido sendas reuniones con el viceministro de Agricultura y Asuntos Rurales, Ma Youxiang, y el ministro de la Administración General de Aduanas, Yu Jianhua, así como encuentros con importadores y una visita a una granja orgánica. «El objetivo es doble, por una parte apoyar a las empresas agroalimentarias presentes en el mercado chino, y por otra la perspectiva de apertura futura de mercados que pasa necesariamente por el contacto con las autoridades chinas», resumía el ministro. «Los encuentros han sido muy interesantes y han dado una visión horizontal, he percibido mucho interés por acelerar».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete