sevilla al día
De la Paz
Las lecciones más cruciales de la escuela casi nunca se aprenden en un aula
Las lecciones más cruciales de la escuela casi nunca se aprenden en un aula. En las clases los profesores te enseñan lo importante, en el patio te formas con los compañeros en lo imprescindible. Cuando eres adolescente, no hay más sueños que los veranos ni más frontera que los fines de semana. Todo es un simulacro porque lo único definitivo es un boletín de notas, un flirteo por WhatsApp, unos eurillos para alcohol y un peinado y una pose que están más estudiadas que cualquier examen. En ese día a día cada uno lleva una etiqueta, que se impone o le imponen la vida o los colegas, y se mete en su papel, y trata de no desentonar para que no se caiga la fachada en construcción de la juventud.
A diferencia de lo que luego entiendes, de aquellas crees que esa liquidez es inamovible, que el friki será siempre friki, al igual que el tirillas, el gordo, el tímido, el guapo, el gracioso, el popular y el malote. A los años, un día en el que ya ni te acuerdas de ellos, te puedes llevar la sorpresa de que el rarito se ha convertido en una persona interesante, que el flaco luce el bíceps de Topuria, que el lorzas es un figurín, que el callado lleva del brazo a la Taylor Swift de por aquí, que el atractivo ahora es el fondón, que el simpático cuenta los mismos chistes que cuando tenía dieciséis y solo se ríe su sombra, que el famosillo es un triste o que el bala perdida ha encontrado su sitio en la docencia. Esto no siempre es así, pero hay veces que pasa. La última lección del colegio llega cuando eres adulto: la vida no es una línea recta.
En mi promoción había un chaval que cultivaba la imagen de incorregible, precoz en todas las artes oscuras y golfas, abonado a los castigos y al conflicto. Alguna vez llegamos a arreglar con las manos lo que no fuimos capaces de solucionar con las palabras. El tío era fan de los excesos, se castigaba el cuerpo con verdadero empeño, tanto que una tarde tuvo uno de esos toques de atención de los que solo los inconscientes vuelven inmunes. No fue su caso, su catarsis fue radical y tuvo que ver con el antídoto natural más efectivo que poseemos los seres humanos, que, además de sanar, educa en valores como el esfuerzo y la justica. El deporte, en él está siempre la respuesta. El sábado pasado, Paco de la Paz se proclamó campeón de España de Triatlón de Larga Distancia con 23 años protagonizando una auténtica exhibición. Hoy es uno de los deportistas más prometedores del país, llamado a ser un referente en su disciplina.
Esto va por ti, que miras con angustia al futuro, que te pesa tu etiqueta, que te aterran la selectividad y los finales. Tranquilo, frena, vuelve sobre tus pasos si es necesario. Nada termina mañana.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete