Vox achaca los ataques del PP a su fuerza electoral: «Tienen miedo»
Cree que han demostrado tener una base que nunca votaría a los populares
El Supremo inadmite la querella de Vox contra los miembros de la Mesa del Congreso que tramitaron la amnistía

Las elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio están cada vez más cerca y el ambiente entre PP y Vox más tenso. Ambos partidos dicen tener un enemigo común, Pedro Sánchez y el socialismo, pero durante los últimos días intercambian dardos cada vez más envenenados. No pueden evitar mirarse de reojo y así lo demuestran sus dirigentes en cada intervención pública. Muchas ahora que estamos en periodo electoral.
Santiago Abascal inició la campaña ya en tono alto. Desde el inicio decidió incluir las críticas al PP en su discurso e incluso inventó un nuevo adjetivo para los populares: derechita estafadora. Con él, Vox trata de materializar su denuncia de que PP y PSOE aparentan distancia en España pero caminan de la mano en Bruselas. Además, desde la calle Bambú de Madrid confiesan que están «hartos» de que el PP intente ningunearles o haga llamamientos continuos al voto útil.
Esa estrategia dicen que ya fracasó en las elecciones generales de julio del año pasado, en las que cargan en el PP toda responsabilidad de que ambos partidos no sumaran para evitar un nuevo gobierno de Pedro Sánchez, y tampoco funcionó en las más recientes elecciones gallegas, vascas y catalanas. Los de Abascal consideran que han demostrado que cuentan con un suelo electoral formado por una masa de ciudadanos que nunca cogería la papeleta del Partido Popular. Lo achacan a un discurso con el que dicen alejarse de «etiquetas» y presumen de hablar de «los problemas reales» de la ciudadanía, como los efectos de la inmigración ilegal, la inseguridad, la situación del sector primario o la explotación de recursos.
El ejemplo es a su juicio Cataluña, donde el PP quintuplicó su presencia en el Parlamento autonómico pero Vox logró mantener su representación. «Nadie crece a costa de Vox. Lo que defiende Vox no lo defiende nadie más», reivindicó ayer su portavoz parlamentaria, Pepa Millán. De hecho, aseguró que ella misma nunca ha votado a los de Alberto Núñez Feijóo y «nunca les votaría». «No sé por qué apelan a mi voto», preguntó.
En cualquier caso, en Vox niegan que el PP sea centro de sus críticas y recuerdan que el propio Abascal envío hace pocas semanas una carta a Feijóo pidiendo un frente común contra el Gobierno, más allá de sus «enormes diferencias». «Pero no podemos dejar de denunciar las cosas que se están haciendo mal. Si vemos que el Partido Popular no para de meter la pata, tenemos que denunciarlo», resumió Millán.
«Mienten a sabiendas»
La gota que colmó el vaso fue el artículo de la Fundación Faes del expresidente José María Aznar señalándoles como «el seguro de vida» del sanchismo. El mismo día, Feijóo había situado a Vox a en el grupo de la ultraderecha antieuropea. «Mienten a sabiendas», acusó ayer el número uno de Vox al Parlamento Europeo, Jorge Buxadé. «Tienen miedo», apuntillan desde la cúpula del partido sugiriendo que las encuestas no son tan optimistas para los populares como les gustaría.
Buxadé aprovechó además para extender sus críticas a la gestión del PP de la ley de amnistía que quedará mañana definitivamente aprobada por el Congreso de los Diputados. Desde Vox culpan a Feijóo de «engañar» a los ciudadanos al no haber paralizado su tramitación en el Senado y, en cambio, convocar una manifestación en su contra el pasado domingo en Madrid.
En la calle Génova en cambio dicen estar fuera de esta disputa y siguen a lo suyo sin querer mirar a los de Abascal, según argumentan. Ayer, su portavoz en el Congreso, Miguel Tellado, reprochó a Vox su «obsesión» con ellos en vez de ocuparse de hacer oposición a Sánchez. «Creo que Vox se equivoca de adversario y hay más obsesión por parte de Vox contra el PP que contra Pedro Sánchez», reprochó.
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