Una jueza con matrícula de honor desvela su secreto para aprobar los exámenes de Selectividad

En este sentido, las mejores recomendaciones no tienen por qué venir de expertos o profesores, sino de los propios alumnos que han conseguido logros históricos. Y en este sentido, la experiencia de Marta Campo puede ser de gran utilidad. Ella es una juez de 27 años que se ha hecho muy conocida gracias a sus éxitos académicos: llegó a obtener 27 matrículas de honor en la universidad y consiguió aprobar la judicatura en tan solo dos años.

Ahora, la que muchos consideran la juez más joven de España y que desde hace unos días es la juez decana de Medina del Campo, ha explicado a Informativos Telecinco más sobre su formación y sobre todo sus trucos para tener una carrera tan extraordinaria. A diferencia de lo que muchos puedan pensar, Marta no tiene ningún vínculo con la vida judicial, por lo que su pasión por este ámbito laboral y su manera de estudiar fue clave. Así lo hizo.

Para empezar, Marta deja claro que no fue fácil pero que «fui muy feliz y trabajé mucho, que es una de las claves por las que aprobé la oposición» y considera, ahora que mira con perspectiva cómo lo consiguió, que le fue muy bien «perfilar» la manera de estudiar los temas. «Estudiaba de forma oral. Lo cantaba», ha rememorado en la entrevista, recordando que por este motivo no podía ir a la biblioteca y que siempre se quedaba en su habitación para no molestar a nadie.

La constancia de Marta, que explica el día a día de su profesión a través de Instagram, es otra de sus claves. Si iba bien la ya jueza podía permitirse «el lujo de no estudiar el último día» y entonces se limitaba a hacer repaso de todos los temas. Para Marta de lo más importante es tener un buen descanso. «Hay un error en el que se suele caer, que es sacrificar el descanso por cumplir la programación. Y es mejor descansar que hacer eso», aconseja a otros estudiantes.

Para sacarse la oposición se marcó un horario estricto con el que iba a tener tiempo para prepararse bien. Como remarcó a Telecinco, Marta estudiaba de lunes a viernes, en la universidad y en casa, y el sábado se marchaba a pasar dos días con su pareja y amigos, para tener tiempo para desconectar y salir pero priorizando siempre su estudio, que era su objetivo entonces.

Además, a ella le fue muy bien «hacer una 'lista negra' con los temas que peor llevaba» para tener claros qué temas hay que repasar más. Para acabar y para completar su formación como juez Marta incide que le ayudó acudir a juicios por su cuenta. Ella aprovechaba los viernes, que no tenía clase, y solo con ver procesos de delitos leves como estafas o lesiones aprendió mucho.