Un trabajador de un gimnasio de Hospitalet increpa a un cliente por su forma de vestir: «No se puede venir así»

En estos lugares compartimos espacio con muchas más personas, por lo que seguir las normas del establecimiento es algo crucial para garantizar un buen ambiente y un correcto desarrollo de las actividades que se vayan a realizar.

La mayoría de gimnasios son entidades privadas, por lo que muchos de ellos elaboran sus propias normas acordes a lo que consideren mejor tanto para la empresa como para el cliente. Sin embargo, nunca llueve a gusto de todos y, a veces, estas normas chocan con lo que quiere un cliente. Así le ha ocurrido al influencer 'Cenando con Pablo' en el gimnasio Metropolitan Club de L'Hospitalet de Llobregat, donde ha ido a entrenar de paso por unos días.

Tal como ha compartido él mismo en sus redes sociales, donde acumula más de medio millón de seguidores, el problema lo ha tenido al acudir al gimnasio con una camiseta de tirantes y escotada, pues un monitor le ha indicado que no podía ir vestido así por las normas del gimnasio.

Al ser increpado por ello, Pablo se ha mostrado muy enfadado y molesto, incluso al principio pensaba que se trataba de una broma de algún seguidor que estuviera allí. «Juraría que estamos en 2024. Ropa de entrenar, del Golds Gym comprado en el Gols Gym de Los Ángeles y resulta que no se puede venir con esto. Dudo que en los términos y condiciones del gimnasio lo ponga, dudo que aparte sea legal...», se quejaba el creador de contenido.

Además, también echa en cara al gimansio que estén mal organizadas las pesas, que es mucho más importante para él que las normas sobre cómo ir vestido, «está todo hecho un Cristo», llega a decir. Tal es su desacuerdo con la regla que le han indicado, que está dispuesto a volver al día siguiente con la misma ropa y pedir que sea «el jefe del Metropolitan Club» quien se lo comente, «y debatimos tranquilmente y le explico un poco cómo llevo ahora mismo 21 años entrenando, he estado en más de 100 gimnasios de toda España y de fuera, y nunca nadie jamás me ha dicho que no puedo venir a con ropa fina a entrenar», explica indignado.

Tal como suele ocurrir con este tipo de publicaciones, los comentarios de otros usuarios no han tardado en publicarse y, aunque algunos están de acuerdo, gran parte de ellos el han recriminado su posición. Estos han sido algunos de los mensajes:

«Me parece muy bien. El resto de usuarios tienen derecho a no verte los pezones», «Mis respetos a ese gimnasio de L'Hospitalet, lo que no entiendo es como se permiten en más de 100 gimnasios de España», «Firmó un contrato para hacerse miembro de Meteopolitan. Que aprenda a leer contratos antes de ponerse mamado. Si quiere andar con las lolas de fuera ahí está la Barcelonata», o «Pues que el gimnasio es un sitio privado y como tal, puede reservarse el derecho a admisión. Si no te gustan sus normas, no vayas», dicen algunos de ellos.