La tarde que era de Ponce se la llevó Talavante
El maestro valenciano cortó una oreja mientras que el extremeño se llevó dos del quinto. David Galván, una

Cuando Enrique Ponce pisó la arena de Nimes, dos mil años de historia lo contemplaban, las piedras milenarias del coliseo se fundían con el aliento de miles de aficionados entre los sones del Toreador de Bizet. Envuelto en su capote de paseo también rondaba una ...
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