De Paul derriba el muro de Guaita para batir al Celta y el Atlético acaricia la Champions

Recibe el Metropolitano uno de los partidos más especiales de la temporada. Con motivo del Día del Niño en el feudo rojiblanco, la grada presenta un aspecto jovial y familiar gracias a la nutrida presencia de los aficionados colchoneros más jóvenes. Lo que, unido a la tranquilidad que le brinda su colchón en la clasificación, impone un ambiente con más celebración que tensión por los tres puntos.

Simeone vuelve a apostar por la titularidad de Lino y Riquelme, competidores durante la temporada por el carril izquierdo. El brasileño, como viene siendo habitual, es el mayor generador de situaciones de ataque entre los rojiblancos. Su primer aviso, desde la frontal, se va desviado. Para después, tanto en calidad de asistente como de finalizador, obligar a lucirse a Guaita. El paulista brinda un gran envío a Riquelme, cuyo disparo algo escorado es resuelto con solvencia por el guardameta del Celta. Segundos después recoge el esférico y define con más tino que su compañero, pero una excelente intervención del portero valenciano impide al Atlético adelantarse.

El conjunto gallego apenas consigue salir de su campo al comienzo del encuentro, pero encuentra en la velocidad de Bamba una vía de escape al dominio local. El marfileño provoca que el Celta se estire y crezca en el partido con posesiones cada vez más largas, bien dirigidas por Fran Beltrán y Damián Rodríguez. Lo que genera runrún en el Metropolitano y lleva a Simeone a trasladar a Riquelme a la derecha para gozar de amenaza ofensiva por ambos flancos.

No se encuentra cómodo el Atlético con el paso de los minutos, pero Koke observa el desmarque de Llorente y con un milimétrico pase le regala una ocasión manifiesta, mano a mano ante Guaita. El madrileño se acomoda el esférico con un buen control, pero se escora hacia su pierna izquierda y define de un modo nefasto, con un disparo endeble y centrado.

El paso por vestuarios y las tempraneras sustituciones introducidas por Simeone, con la entrada de Morata, De Paul y Barrios antes del 65, no terminan de dar los frutos esperados. El conjunto colchonero mantiene el control de la posesión, pero el Celta amenaza con dar un susto al contraataque. Un indetectable Bamba encuentra a Iago Aspas libre de marca en el punto de penalti, pero el de Moaña no consigue atinar y Oblak despeja sin problemas su disparo centrado.

El tiempo se agota y De Paul se viste de estrella para dejar los tres puntos en la capital. En la primera, asiste a Barrios, que define con una volea inesperada para todo el personal menos para Guaita, que responde de maravilla. Después, un disparo del argentino se envenena, pero una mano milagrosa del valenciano vuelve a evitar el gol. A la tercera va a la vencida y, a la salida de un saque de esquina, De Paul se acomoda el balón con el pecho y define con el empeine para alojar el esférico en la escuadra y lograr tras numerosas ocasiones derribar el muro de Guaita.