La cámara de comercio hispano-israelí sobre la carta de Bustinduy: «Es un despropósito»
La entidad que representa los intereses de las empresas españolas en Israel y viceversa entiende que es una misiva «política» y que se trata de un posicionamiento «de un ministro totalmente partidista»
El ministro de Consumo insta a las empresas españolas en Israel a tomar medidas para «no contribuir al genocidio en Palestina»

La carta que el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy ha enviado a las empresas españolas con actividad en Israel instándolas a «no contribuir al genocidio en Palestina» ha levantado una polvareda política, que ha obligado a salir al paso a varios miembros socialistas del Gobierno y se ha cobrado el rapapolvo de la embajada de Israel en España. Tampoco se lo han tomado bien, como era de esperar, las receptoras de la misiva. «Es un despropósito», comentan a este periódico fuentes de la Cámara de Comercio e Industria Hispano Israelí.
La entidad encargada de salvaguardar los intereses comerciales de las empresas españolas en Israel y las de las compañías del Estado hebreo en nuestro país, desvincula la carta de una posición del Gobierno español y, por tanto, no temen represalias para los negocios de sus asociados. «Es una carta política, que procede de una posicionamiento individual de un ministro totalmente partidista», remarcan los mismos informantes. « Está muy lejana de las relaciones económicas entre ambos países, que están yendo muy bien, siguen creciendo, son muy sólidas y están por detrás de un conflicto», sentencian.
Es la respuesta de una entidad que elude pronunciarse sobre asuntos políticos y del conflicto que mantiene Israel con el grupo terrorista Hamás, pero que «al tratarse de temas que incumben a nuestros asociados nos impulsa a reaccionar». Lo hace en defensa de unas relaciones bilaterales que vienen creciendo en los últimos años con un saldo muy favorable hacia España.
Ambos países mantienen un intercambio comercial que ronda los 3.200 millones, según los datos del Icex. En 2022 los bienes españoles que llegaron a Israel alcanzaron la cifra récord de 2.170 millones de euros, mientras que las importaciones ascendieron a 987 millones, según las estadísticas de comercio exterior publicadas por el Ministerio de Industria. El saldo positivo para nuestro país fue de 1.183 millones de euros, con una tasa de cobertura (cociente entre exportaciones e importaciones) del 220%. En 2023, sin embargo, con la guerra como factor en la última parte del año, las exportaciones españolas a Israel se redujeron hasta los 1.906,8 millones de euros, una caída del 11,7%.
Además, en el Estado hebreo, tienen negocio grandes compañías españolas como Comsa, CAF, ACS, Sacyr o las textiles Inditex (tienen un acuerdo de franquicia con el grupo Trimera) y Mango, aunque estas dos últimas cerraron sus tiendas en el país tras el estallido del conflicto en octubre.
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