Rueda teme que el ataque de Puente a Milei dañe los intereses de Galicia
El presidente de la Xunta, de regreso de Argentina, censura la «falta de respeto» del ministro socialista

Mero azar. Una coincidencia. Y no feliz. Alfonso Rueda volvió a lamentar este lunes que desde el Gobierno de España se provocase un incendio con el de Argentina justo cuando él se encontraba en el país –en viaje institucional– y recibía del ejecutivo sudamericano un mensaje de tranquilidad para el sector pesquero. El gallego, en este caso, que es prácticamente lo mismo que decir el español. Preguntado durante su comparecencia posterior a la reunión del Consello, el presidente de la Xunta deploró que la «rentabilidad institucional» que obtuvo en nombre de Galicia durante el viaje, «probablemente» se verá «perjudicada por las declaraciones» de Óscar Puente. Unas palabras sobre el presidente argentino, Javier Milei, donde ponía en duda si consumía algún tipo de «sustancia». Y que provocaron la reacción airada de la Casa Rosada.
«Espero que no», añadió Rueda sobre el posible perjuicio para empresas como las de la pesca, asentadas en Argentina, que dan empleo a 5.500 personas. Y que empezaban a respirar al atisbar que finalmente Milei daría marcha atrás y no tocaría las cuotas como parte de su reforma legislativa. «Sobre todo si rectifica», apostilló Rueda sobre las opciones de reconducir la crisis y que el incendio no se propague.
Porque, reiteró, «todos podemos entender que este tipo de declaraciones (...), que además no vienen a cuento absolutamente (...), el daño que pueden hacer». Y no hablaba precisamente de oídas el mandatario gallego, al que sorprendió el choque diplomático en Buenos Aires, en el último tramo de su primer periplo institucional desde que salió refrendado en las urnas: «Viendo allí algunas reacciones, me temo que hicieron [ese daño]».
¿Fin de la polémica?
Ayer la prensa argentina seguía haciéndose eco de la polémica. «Otra ministra del gobierno de España criticó a Javier Milei por su comunicado contra Sánchez», recogía La Nación en su edición digital –temprano por la mañana, horario español–, haciéndose eco de las declaraciones de la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, alineándose con la contestación de Moncloa al comunicado del ejecutivo argentino. Según este diario, Milei ordenó a sus ministros de Justicia y Relaciones Exteriores que adoptaran «las acciones que corresponden a sus ministerios».
Ya por la tarde –siempre horario español–, Clarín, en su web, dejaba constancia de que el portavoz presidencial, Manuel Adorni, había dado el asunto por «saldado»; pese a insistir en que el comentario de Puente había sido «agresivo», y que a esta «agresión» le habían dado «una respuesta muy menor». «No tiene por qué escalar», añadía el portavoz. Milei tiene en estos momentos temas de mayor calado entre manos. Precisamente, sacar adelante la que en Argentina se conoce como ‘Ley Bases’, el pack que meses atrás incluía nuevas reglas de juego para la pesca. El responsable de este ámbito en el gobierno argentino, el subsecretario de Pesca, dio en persona a Rueda un mensaje de tranquilidad para el empresariado gallego. Pero hasta que no se apruebe la ley y la pesca quede fuera, es una tranquilidad precaria.
Como ya había hecho in situ, al estallar la polémica, el pasado sábado, Rueda volvió a contraponer su actitud y la de su ejecutivo con el de Pedro Sánchez: hay que «hablar» e «intentar llegar a acuerdos», en este caso con un país con tantos nexos con España (y especialmente Galicia) como Argentina; «no insultarlos ni faltarles al respeto», afeó Rueda desde San Caetano. En último término, enfatizó, «guste más o menos», el del populista Milei es el gobierno que eligieron democráticamente los argentinos; y son él y su equipo los que «tienen capacidad de tomar decisiones, con quien hay que hablar». En el caso concreto de la pesca, constató que es «fundamental» el «mantener buenas relaciones con las instituciones argentinas».
Preguntado también por la jerarquía de los representantes institucionales con los que se vio la semana pasada, Rueda reivindicó que siempre se dejó claro que se trataba de un viaje de talante «económico» y con «finalidad práctica». Y que más allá del rango del responsable de pesca, éste es quien «tiene, fuera del presidente, capacidad para decidir, defender y articular la política pesquera en Argentina». En paralelo, recordó que los dos gobernadores provinciales con los que se citó –e insistió en que las fechas las puso la Xunta, con lo que podía conllevar de dificultades de agenda para sus interlocutores–, durante su recorrido por la Patagonia, ejercieron una «presión» que fue el «motivo» principal del «cambio de criterio» del gobierno, frente a lo que se «anunciaba inicialmente respecto a las cuotas». Que «tanto perjudicaban a las empresas gallegas».
«Prefiero ir a reuniones prácticas», con aquellos, al otro lado de la mesa, que adoptan «las decisiones», replicó para quienes opinen que debía haberse visto con el presidente Milei o algún miembro destacado de su gobierno. «Me di cuenta de que estaba hablando con las personas que tenía que hablar», zanjó el mandatario.
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