Puntadas sin hilo
Trenes de alpaca
Los andaluces podemos tolerar que no inviertan en nuestra tierra, pero no que nos tomen por imbéciles
Hace muchos años, cuando el reloj vital de mi generación marcaba la hora de casarse, unos amigos recibieron en su domicilio como regalo de bodas un lustroso juego de bandejas de plata cuidadosamente en vueltas en el papel satinado de una de las más acreditadas ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete