LA SUERTE CONTRARIA
Un mundo sin conciertos
La música en directo se limita a una sucesión de llenazos de estrellas en recintos gigantes y a precios desorbitados
Últimas tardes con Pedro
Decadencia del bajosanchismo
Mi generación ha crecido entre vinilos, cedés y TDK piratas, escuchando música durante horas y haciéndolo además con la misma predisposición con la que se leía o se iba al cine. Es decir, la música era una actividad en sí misma, no una actividad secundaria ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete