el momento de la verdad
Un premio ya para el don divino del gafe que sigue a Morante
Ese jartible aguafiestas merece odas y monumentos; merece la instauración del Premio al Gafe. Y cuando lo reciba le jalearemos hasta que, como tarareó aquel, «nos duelan los pies de tanto aplaudir»
El Cid y el Dorado de lo clásico

Hay un seguidor de Morante que tropieza sobre sus propios pies, que rompe los zapatos hasta caminando descalzo y que en cada primera cita pronuncia la frase más inoportuna: «No eres tú, soy yo». A Morante le persigue un gafe al que más que ...
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