La sombra de la mudanza planea sobre el Grupo Socialista en el Parlamento de Galicia
El PP rechaza obras no «imprescindibles» y ve «más que suficientes» los espacios actuales del Pazo do Hórreo

Más le vale al Grupo Socialista en el Parlamento gallego hacerse a la idea de que tendrá que cambiar de dependencias en el Pazo do Hórreo. Que la mudanza será inevitable. Se barruntaba desde el resultado electoral, con desplome del PSdeG y auge del BNG. Y se desprende que se puede dar ya por hecho tras escuchar este martes al portavoz del Grupo Popular. Alberto Pazos, en una comparecencia posterior a la reunión de la Junta de Portavoces, reveló que el presidente de la Cámara, Miguel Santalices, «ya mantuvo alguna conversación» con los grupos; el PP fue «muy claro» en su «posicionamiento». «Una ocupación racional de los espacios, intentando evitar en la medida de lo posible cualquier obra que no sea imprescindible»; que se haría con «cargo al dinero de los gallegos».
Por si quedara alguna duda de que al PSOE le tocará embalar, y otro tanto al Bloque, para intercambiarse espacios, vino a despejarla Pazos cuando señaló que «ha de haber (...) una distribución racional y proporcional de los espacios de los que dispone esta casa, que son más que suficientes». Blanco y en botella. «Espero que no haya problemas», fue el recado velado al Grupo Socialista.
No fue este, en todo caso, el punto que figuraba en el orden del día en la reunión de la Junta de Portavoces, que lo que hizo fue acometer lo más urgente: activar la actividad ordinaria de la Cámara con la conformación de las órdenes del día de plenos y comisiones; el número de iniciativas de las que dispondrá cada grupo. El criterio que se impuso, pilotado por el Grupo Popular, fue el de mantener el status quo de la pasada legislatura. Sólo que encajando el 'factor Armando Ojea'; la presencia de un grupo más, el Mixto. El diputado de Democracia Ourensana dispondrá de una iniciativa de cada tipología –proposiciones no de ley, mociones, interpelaciones, preguntas orales al presidente de la Xunta, preguntas urgentes y preguntas orales en pleno– por periodo de sesiones. Cada una se irá detrayendo de las que le corresponderían al Grupo Socialista. Y se irán espaciando.
Esto no gustó a los de José Ramón Gómez Besteiro, que pretendían seguir como hasta ahora... con 9 diputados. Y que creyeron que lo que les correspondería por reglamento era lo que se les proponía, según pudo saber ABC. «Hubo algún malentendido (...), alguna discrepancia al principio», reveló Pazos –justo antes de la reunión se pudo ver departir a Patricia Iglesias con Elena Espinosa y Lara Méndez–. «Entiendo que puede resultar complicado asumir nuevas realidades políticas y las consecuencias que se derivan», añadió. En este caso, haber pasado de 14 a 9 diputados, mientras el Bloque lo hacía de 19 a 25.
Altri y contratos Covid
El portavoz popular puntualizó que, de no ser por la «generosidad» de los conservadores, el PSOE se habría tenido que contentar aún con menos, si se hubiera cumplido la «proporcionalidad». Especialmente en las preguntas al presidente: apenas pierde una por periodo de sesiones. El PP ve el «acuerdo francamente equilibrado» y «razonable»; pero Pazos malició que si PSOE y Bloque pactan, no tendrían «inconveniente» en que variase el «criterio». Con la premisa de no alargar en exceso los plenos, en mociones y PNL habrá 8 minutos iniciales, 8 de respuesta por grupo y 3 de cierre. El resto, sin cambios.
La próxima semana, el primer careo de Besteiro con Rueda versará sobre Altri. Pontón irá con «regeneración democrática», en tándem con una PNL sobre los contratos de la Xunta durante la pandemia, su gran ariete de momento. Ojea asume que esta vez le tocará ser comparsa del resto.
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