first Dates
Una soltera se muestra totalmente escandalizada por la afición de su pretendiente a los toros: «No lo puedo soportar»
Susi tiene tres gatos, por lo que a su futura pareja le pide como requisito indispensable que le gusten los animales
Una soltera se queda descolocada con el extraño regalo que le hace su pretendiente: «Eso ha sobrado»

Susi (57) acudió a 'First Dates' este viernes 12 abril buscando un compañero junto con quien disfrutar de la vida. Su prototipo de hombre solo debía cumplir dos requisitos. El primero, que el hombre en cuestión fuese una persona capaz de alegrarle sus días, puesto que esta malagueña afincada en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) lleva 18 años soltera, desde que se divorció y está harta de la soledad. Y en segundo lugar, aunque no menos importante, que le gustaran los animales. Tiene tres gatos, a los que mima más que a sí misma. Por esa razón, su pretendiente anotó muchísimos puntos negativos al confesarle una afición que para ella resultaba intolerable: los toros.
Pablo (53), la cita de Susi, llegaba al restaurante del amor desde Arcos de la Frontera, el municipio más extenso de la sierra gaditana, con la esperanza de encontrar «una chica sincera y sobre todo, que sepa lo que quiere», comentó.
Los dos comensales experimentaron unas impresiones totalmente opuestas al presentarse. Mientras que él se mostró encantado con lo que vio en Susi, al menos físicamente, a ella le bastaron tres palabras para dejar clarísimo lo que le había parecido Pablo. «Ojú, no es mi tipo», confesó al equipo del programa, aunque pidiendo perdón por ello.
Pablo rema para conquistar a Susi, pero es en balde
Pero así y todo, decidió darle una oportunidad. La conversación había empezado a fluir animadamente, cuando salió a relucir la pasión de Susi por los animales. Así, de sopetón, quiso sabe si a Pablo le gustaba la tauromaquia, a lo que el soltero respondía afirmativamente al instante. La malagueña, escandalizada, reacciona echándose las manos a la cabeza.
Pablo, confundido ante la reacción de su cita, le preguntaba si era malo que fuese aficionado a los toros. «Malísimo. Si eres capaz de ir a una corrida y ver cómo matan al animal… Yo soy muy sensible», recalcaba Susi.
Pero ahí no quedaba su queja hacia él. «Lo de los toros me ha matado. No me entra en la cabeza que a una persona le guste ver sufrir a un animal. A mi madre le gustan los toros y siempre estoy peleando con ella. Y es que no lo puedo soportar», continuaba rajando al ser entrevistada en privado.

Pablo se dio cuenta de que Susi estaba un poco a la defensiva porque ha sido engañado varias veces y no se fía de los hombres. Sin embargo, pese a las diferencias, el gaditano siguió buscando afinidades entre ellos. Como buenos andaluces, se entendieron siendo naturales y espontáneos, o así lo creyó el soltero. «No se lo que tenemos, pero la química nos está ayudando a conocernos más», aseguró Pablo. Tan a gusto estuvo, que la cena se le quedó corta y quiso seguir conociéndola. Susi, en cambio, era consciente de que había ciertas cosas en las que nunca se iban a entender.
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