Editorial
Un pacto sobre inmigración que no entusiasma a nadie
El acuerdo se despejó en diciembre cuando la Comisión y el Parlamento pactaron los cinco reglamentos y los tres cuerpos legales del mismo
Mientras el Congreso español acepta discutir una iniciativa popular para legalizar a los inmigrantes irregulares, el Parlamento Europeo dio luz verde ayer con fórceps al Pacto sobre Migración y Asilo de la Unión Europea que pone fin a ocho años de disputas. El acuerdo se despejó en diciembre cuando la Comisión y el Parlamento pactaron los cinco reglamentos y los tres cuerpos legales del mismo, pero la verdad es que lo pactado no termina de gustarle a nadie.
La extrema derecha lo considera flojo, mientras la izquierda radical y los Verdes dicen que va demasiado lejos y el centro se siente incómodo con el equilibrio que se ha establecido entre las obligaciones de los países de acogida, como Italia y España, y la ayuda económica de destinos ricos como Alemania. La votación salió adelante gracias a los principales partidos proeuropeos –Socialistas y Demócratas (S&D), Partido Popular Europeo (PPE) y los liberales de Renew– que no siempre lograron mantener la disciplina de voto.
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