Música procesional
Lo mejor de la Semana Santa de Sevilla 2024 en el apartado musical
La calidad interpretativa de las bandas, los homenajes a determinadas efemérides y los cuidados repertorios de algunas cofradías destacan en este año tan lluvioso
La marcha procesional más larga de la Semana Santa de Sevilla cumple cien años
Las crónicas de la Semana Santa de Sevilla 2024

Cualquier resumen o análisis que se haga de la pasada Semana Santa de Sevilla se ve lastrado por la importante presencia de la lluvia, que dejó una buena parte de las cofradías dentro de los templos, impidiendo que se vivieran muchos momentos que habrían tenido lugar con una meteorología más estable y seca. Esta circunstancia también influyó, como no podía ser de otra manera, en el apartado musical. Sin embargo, y aunque el duro trabajo realizado por las bandas durante las semanas previas no tuvo el resultado esperado por todos, sí que hay ciertos aspectos que merecen ser reseñados.
Es indudable que el nivel general de las formaciones es más alto que nunca. Además, y tal y como venía mostrándose durante la Cuaresma, sus direcciones musicales se están afanando particularmente por confeccionar unos repertorios variados y de altura que en determinadas hermandades han calado. La apuesta por la calidad, más allá del efectismo y de las modas pasajeras, siempre acaba triunfando.
En cuanto a momentos para la historia, precisamente la lluvia alteró el estreno en la calle de '¡El calvario de un artista!', la obra magna que Manuel López Farfán compuso en 1928 con fragmentos de sus propias marchas. La banda del Maestro Tejera había anunciado que la tocaría tras la hermandad de la Cena el Domingo de Ramos. Sin embargo, hubo que esperar hasta el Martes Santo por la mañana cuando, en el regreso de la corporación a su sede de Los Terceros tras haberse quedado en la Catedral sorprendida por el agua, sonó por vez primera tras la Virgen del Subterráneo.
Fue en una impresionante chicotá de unos dieciocho minutos, los que dura la composición, entre las calles Sales y Ferré y Doña María Coronel, chicotá que la cuadrilla del palio afrontó sin bajar el paso, recibiendo al término de la misma un sonoro aplauso por parte del público allí congregado. Los soberbios compases de las mayores obras de Farfán, a quien Tejera quería homenajear con la interpretación de esta pieza, nos regalaron tras el palio de la Cena a plena luz del mediodía uno de los momentos más deliciosos e inolvidables de esta Semana Santa, y que por el momento quedará como único, ya que la composición no pudo volver a sonar tras el palio de Montserrat el Viernes Santo, como también estaba previsto.
La versión original de 'Pasan los Campanilleros'
El protagonista musical de los días grandes no fue otro que el propio López Farfán, cuya atemporal y celebérrima obra 'Pasan los Campanilleros' cumple cien años. Dicha conmemoración, que estuvo celebrada hasta con el estreno de una marcha, 'Centenario de Pasan los Campanilleros', de Alberto Barea y José Manuel Toscano, ha supuesto que la popular composición suene aún más de lo habitual. Lo más destacado al respecto ha sido la recuperación de la versión original de la misma con la letra que escribió el capitán del Regimiento de Soria 9, Antonio Olmedo.
23:18h | Con la centenaria marcha "Pasan los Campanilleros" enfila ya la calle San Vicente Nuestra Señora de la Palma Coronada a sones de la @BandalasNieves #SSantaSevilla24 #BuenFin24 pic.twitter.com/sXjRjbZhs5
— Hdad. Sacramental del Buen Fin (@HdadBuenFin) March 31, 2024
La meteorología nos privó de escuchar dicha versión en la salida del misterio de las Siete Palabras, al que está dedicada, a cargo de la banda del Carmen de Villalba del Alcor. No obstante, y como venía ocurriendo desde Cuaresma, muchas bandas, como la Municipal de La Puebla del Río, la Oliva de Salteras, Tejera, la Soledad de Cantillana o las Nieves de Olivares cantaron la marcha, ofreciéndosela al público de una manera mucho más cercana a como fue concebida por el genio de San Bernardo en un homenaje a la altura de la efeméride. Ojalá alguna de estas formaciones decida mantener la versión cuando el centenario haya terminado.
Homenaje a Arahal en San Benito
Los reconocimientos y tributos no se quedaron en el ámbito de las bandas de plantilla completa. En San Benito se vivieron momentos inolvidables cuando la agrupación musical Santa María Magdalena de Arahal se sumó poco antes de llegar a la carrera oficial a la de Encarnación tras el paso de la Presentación al Pueblo como homenaje a las seis décadas que cumplía. Una banda, la madre y maestra, que debutó en la capital hispalense tras el misterio de la Calzá en 1976.
Este estrecho vínculo fue el que llevó a la interpretación en pleno pasillo central de la Campana de una obra llamada precisamente 'Madre y maestra', popurrí de sus marchas más clásicas y características, todo ello con las icónicas liras de Arahal. Es de agradecer que se reconozca de alguna forma todo lo que ha dado a Sevilla y a su género de música procesional más autóctono esta agrupación que hoy por hoy solamente toca en la hermandad de la Hiniesta.
Repertorios sobresalientes
Tal y como veníamos comentando, algunos repertorios muy depurados y bien escogidos fueron dignos de mención. Cada vez son más las corporaciones que, con el apoyo y la coordinación de sus bandas, eligen crucetas en consonancia con la calidad musical que sus titulares merecen. Así iba a ocurrir con la Amargura y el Carmen de Salteras si no lo hubiera impedido la lluvia, al igual que con el Cachorro y la banda de La Puebla.
Una selección muy similar a la que debería haber sonado en la calle Castilla fue la elegida para la primera salida procesional de la agrupación parroquial del Santo Ángel el Sábado de Pasión. La contemplación del sublime crucificado de los Desamparados avanzando a sones de la familia Font o Farfán, pero también con obras actuales como 'Subida al Calvario' o 'El Amor crucificado', del afortunadamente cada vez más reconocido David Hurtado, hizo sentir como si la céntrica cofradía llevase toda una vida haciendo estación de penitencia.
Una hermandad cuyo buen gusto a la hora de escoger el repertorio para su titular mariana no es noticia, pero que este año lo ha llevado a un nuevo nivel es la del Museo. El clasicismo del paso de palio de la Virgen de las Aguas, unido a su alegre andar sin complejos, encaja a la perfección con una selección de marchas en las que predominan algunos de los himnos de la Semana Santa andaluza, ya sean de carácter más fúnebre o triunfal. Como prueba de ello, el tramo final de su recorrido, en el que se interpretaron 'Nuestro Padre Jesús', 'Amarguras', 'El Corpus' y 'Virgen de las Aguas'.
Un sueño muy real.#LaBofetá24 pic.twitter.com/7V3UEQrLrz
— Hdad. del Dulce Nombre (@HdaDulceNombre) April 2, 2024
Algo similar ocurre con la hermandad de la Bofetá. En esta ocasión, el discurrir del palio de la centenaria Virgen del Dulce Nombre, cuya presentación y exorno ha merecido el Demófilo, fue aún más idílico gracias a la puesta en valor de sus excelentes marchas propias, todas ellas magistralmente interpretadas en la recogida de nuevo por la banda de la Oliva. Entre ellas no faltó la exquisita 'El Dulce Nombre', obra de Farfán que, por desgracia, suena con muy poca frecuencia después de haberse recuperado hace no muchos años tras más de medio siglo en el ostracismo.
Un sonido de cine en plena calle
Con un nivel interpretativo tan alto en la actualidad, sería interminable enumerar las formaciones que han destacado, comenzando por la siempre perfecta banda de cornetas y tambores de las Cigarreras, ya sea tocando piezas de Escámez, Bienvenido Puelles o con los últimos estrenos de Cristóbal López Gándara. Igualmente merece la pena destacar el soberbio momento que atraviesan las dos que acompañan a la hermandad del Buen Fin. Por un lado, la Centuria Romana Macarena, que suena como nunca desde que Paco Moraza tomase las riendas de la misma, sin perder en ningún momento el sello que la hace inconfundible. Cada vez resulta más incomprensible que los músicos del Arco solamente cuenten con dos contratos en Sevilla.
Todo ello sin olvidarnos de la banda de las Nieves de Olivares, que ya dio un golpe sobre la mesa tras la Virgen de las Angustias de los Gitanos en octubre y cuya interpretación en cada cofradía en la que toca es deliciosa. El sonido del oboe en el trío de 'Pasan los Campanilleros' el Domingo de Resurrección fue inefable, mientras que el trío de 'Pasa la Virgen Macarena', que sonó minutos más tarde en San Antonio, a buen seguro permanece en lo más profundo del alma de los cofrades sevillanos.
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