ECLIPSE SOLAR
Cohetes, aviones, radares... la NASA apunta al eclipse solar desde todos los flancos
La agencia espacial aprovechará el fenómeno para realizar un gran número de experimentos
¿Desde dónde se puede ver el eclipse?

El lunes 8 de abril, un eclipse solar total atravesará México, EE.UU. y Canadá y convertirá brevemente el día en noche. El fenómeno, considerado el evento astronómico del año, ha generado una expectación máxima. Alrededor de 31 millones de personas en 15 estados, desde Texas hasta Maine, podrán observarlo en su totalidad y otros 150 millones que residen a menos de 320 kilómetros de la franja del eclipse lo disfrutarán de manera parcial. Un espectáculo cósmico excepcional que en España apenas podrá contemplarse de forma muy leve y durante unos minutos desde algunos puntos de Galicia y Canarias.
Pero además, el eclipse supondrá una oportunidad única para los científicos. Cuando la Luna bloquea por completo la cara brillante del Sol, su atmósfera exterior, la enigmática corona solar, se vuelve visible a simple vista, lo que facilita su estudio en profundidad. El breve bloqueo de la luz solar también permite conocer cómo la luz del Sol afecta a la atmósfera de la Tierra.
Los eclipses solares han impulsado numerosos descubrimientos científicos en el pasado. Una imagen de un eclipse en 1919 confirmó la teoría de la relatividad de Einstein. En esta ocasión, la NASA ha financiado varios experimentos, incluidos tres que utilizan los WB-57, aviones a reacción que vuelan por encima de las nubes, una misión que incluye el lanzamiento de tres cohetes y otra que elevará un instrumento científico con cometas.
Aviones por encima de las nubes
Los WB-57 de la NASA vuelan mucho más alto que los aviones comerciales, por lo que evitan que las nubes y el mal tiempo les perjudiquen la visión del eclipse. Sus cámaras podrán tomar imágenes más nítidas y capturar longitudes de onda, como la luz infrarroja, que no llegan al suelo. Dado que los aviones pueden viajar a 740 km por hora, también pueden extender el tiempo que pasan a la sombra de la Luna. Si bien el eclipse no durará más de cuatro minutos y medio en cualquier punto de la Tierra, los aviones verán un eclipse que durará aproximadamente un 25 por ciento más, más de 6 minutos y 22 segundos.
Uno de los experimentos de los WB-57, dirigido por la Universidad de Hawái, utilizará espectrómetros para medir la temperatura y la composición química de la corona y las eyecciones de masa coronal, grandes explosiones de material solar. Con estos datos, los científicos pretenden comprender mejor la estructura de la corona e identificar la fuente del viento solar, el flujo constante de partículas emitidas por el Sol. Otro equipo del Southwest Research Institute en Boulder, Colorado, tomará imágenes desde el avión en distintas longitudes de onda para estudiar la estructura de la corona y un anillo de polvo que gira alrededor del Sol. También buscará asteroides que puedan orbitar cerca del Sol. Un tercer experimento estudiará los efectos de la sombra de la Luna en la capa de la atmósfera superior de la Tierra cargada eléctricamente, la ionosfera.

Tres cohetes
Además, la NASA lanzará tres cohetes durante el eclipse solar para analizar cómo la caída repentina de la luz afecta nuestra atmósfera superior. Dirigida por la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle en Daytona Beach, Florida, la misión planea lanzar los cohetes en sucesión: uno unos 35 minutos antes del eclipse máximo local, otro durante el eclipse máximo y otro 35 minutos después. Cada cohete desplegará cuatro pequeños instrumentos científicos que medirán los cambios en los campos eléctricos y magnéticos, la densidad y la temperatura.
Otro proyecto de la Universidad de Hawái utilizará cometas para volar un espectómetro a más de 1.000 metros de altura para tener una vista clara del Sol independientemente de las condiciones climáticas en tierra e identificar cómo las partículas escapan de la atmósfera solar superior para formar el viento solar.
Sin dejar la tierra, SuperDARN, un conjunto de radares ubicados por todo el mundo, hará rebotar ondas de radio en la ionosfera y analizará la señal de retorno para estudiar el impacto de la radiación solar en esas capas durante el eclipse.

Numerosos estudiantes estadounidenses participarán en experimentos durante el eclipse. Un equipo, dirigido por el Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL) de la NASA, utilizará el radiotelescopio Goldstone Apple Valley (GAVRT) de 34 metros para observar con más nitidez las regiones activas del Sol (las regiones magnéticamente complejas marcadas por manchas solares). Además, equipos formados por más de 750 estudiantes repartidos por todo el país lanzarán globos a la sombra de la Luna. Los equipos de ingeniería utilizarán innovadores sistemas de globos grandes para transmitir videos en directo, observar cómo cambia la atmósfera terrestre y realizar experimentos diseñados individualmente. Los equipos de ciencia atmosférica volarán sensores meteorológicos cada hora durante 24 horas antes del eclipse y 6 horas después para estudiar la respuesta atmosférica a la sombra fría y oscura.
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