Una semblanza sentidiña: gracias maestro Parada
Ha sido un privilegio estar a sus órdenes, seguir sus sabios consejos, compartir sus obsesiones, aprender a contemplar España, las instituciones y nuestras vidas con esos ojos chispeantes, vivos y astutos

Mi queridísimo maestro, don Ramón Parada. Nos ha dejado en vísperas de Jueves Santo y me ha venido a la cabeza que en muchas de las tertulias y conversaciones que compartimos siempre mostró un profundo respeto por la Iglesia como institución pero también y sobre ...
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