Los últimos sefardíes de Salónica, la Jerusalén de los Balcanes
En 1492, tras la expulsión de los judíos de Castilla y Aragón, muchos judeoespañoles encontraron refugio en tierras del Imperio Otomano. El pasaporte español salvó a muchos de ellos durante la ocupación nazi. Hoy el Instituto Cervantes de Atenas trata de recuperar su idioma y su memoria
La discreta vida de los 45.000 judíos que viven en España

«Mi abuela se salvó gracias a la carta de residencia firmada por el entonces cónsul general de España en Grecia, Sebastián Romero de Radigales. A mi abuelo lo escondieron en un saco de correos y pudo viajar hasta Atenas sin que los alemanes se ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete