PERDIGONES DE PLATA
Reflejos
Y, de repente, mutamos en damiselas victorianas vigiladas por un ama de llaves pletórica de hirsutismo que vela por nuestra decencia porque brota una especie de terremoto general para lamentarse, en fin, de las broncas del Congreso y esos cruces verbales hidratados por un tono ...
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