Vox y PP vuelven a chocar por la ley de medidas fiscales para la maternidad y natalidad
Los populares les aceptaron cuatro enmiendas «por error» y luego se retractaron

Las aguas bajan turbias entre el PP y el que hasta ahora había sido su socio preferente, Vox. De hecho, ya comienzan a dibujarse los nubarrones negros de la próxima tormenta entre ambas formaciones políticas, y será a cuenta de la ley de medidas fiscales para la maternidad y paternidad y de fomento de la natalidad. Una norma que podría votarse en el próximo pleno, el 2 de marzo, y que a día de hoy no está claro que cuente con el apoyo de Vox. Todo por cuatro enmiendas que el grupo de Rocío Monasterio planteó y el PP aprobó, pero luego tumbó alegando que les había dado apoyo «por error».
La ley y sus enmiendas se vieron en ponencia, un trámite no vinculante. Ahí Vox las presentó y el PP las aceptó. Con gran satisfacción para los de Monasterio, que aplaudieron en un comunicado el respaldo popular, con el que habían conseguido introducir mejoras como «ampliar las ayudas a la maternidad a casos de adopción y las deducciones por gastos educativos, y dar más facilidades a la compra de vivienda a jóvenes y por nacimiento de hijos».
Pero su gozo duró poco: en la comisión de Hacienda celebrada el pasado miércoles, las cuatro enmiendas fueron tumbadas. Como explicaba ayer el portavoz popular en la Asamblea, Pedro Muñoz Abrines, fueron aprobadas «por error», ya que lo que el PP quería es que introdujeran cambios en las mismas, algo que no se había hecho. Una equivocación que fue corregida en la citada comisión. La portavoz de Vox, Rocío Monasterio, estaba visiblemente enfadada por este asunto: «No sé cómo acabará el tema; nuestra intención es apoyar la ley, pero no sabemos si por este asunto de las enmiendas que presentamos, el PP va a terminar votando en contra de su propia ley».
Al pleno llegarán el proyecto normativo por un lado y las enmiendas por otro, y habrán de debatirse y votarse todas ellas. Los votos de Vox son decisivos para que esta norma salga adelante. Y no es la única que se encuentra en el alambre: ocurre igual con la que recoge el nuevo incentivo fiscal para las inversiones procedentes del extranjero, que se quiere llevar a la Asamblea por el procedimiento de lectura única, para que de tiempo a aprobarlo antes del fin del periodo de sesiones.
Pero en este caso, también el PP necesita de Vox para sacar adelante la norma. Y no lo tienen asegurado, a juzgar por las declaraciones que formulaba ayer Rocío Monasterio: «Queremos una reducción del IRPF para todos los madrileños, y no sólo para unos pocos».
A su juicio, la Ley de Autonomía Financiera –más conocida como de blindaje fiscal–, que aprobó el Gobierno de Díaz Ayuso para oponerse a posibles armonizaciones fiscales del Gobierno central, «no ha servido de nada» cuando el Ejecutivo nacional ha decidido poner en marcha un nuevo impuesto que afecta a Madrid: el de grandes fortunas. «Si la ley nacional se impone, no hay posibilidad desde la Comunidad de defendernos, salvo bajar el IRPF para todos», insistía Monasterio. De nuevo, no aclaró si apoyarán o no este incentivo fiscal: «Ya veremos cuando lo traigan».
Ley Trans
Un tercer motivo de fricción entre ambos partidos se produjo a costa de la Ley Trans: la estatal fue aprobada ayer, pero Díaz Ayuso legislará para «corregir ese esperpento», según dijo ella misma. Dado que apenas quedan cuatro plenos hasta que la Asamblea se disuelva, la presidenta se queda sin margen para emprender esta batalla. En todo caso, Monasterio le recordaba la incoherencia de oponerse a la ley trans estatal mientras mantenía la regional.
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