MARTES, 27 de octubre de 2020 -- Reemplazar las bebidas azucaradas con versiones de dieta quizá no sea más saludable para el corazón, sugiere un nuevo estudio de gran tamaño.
Los investigadores franceses encontraron que las personas que bebían bebidas endulzadas de forma artificial con regularidad tenían un riesgo más alto de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular (ACV) que las personas que evitaban esas bebidas. De hecho, no era menos probable que desarrollaran una enfermedad cardiovascular que las personas que bebían con regularidad bebidas azucaradas.
Los hallazgos no determinan que los edulcorantes artificiales, per se, sean los culpables, señalo una experta. Las personas que los usan parecen tener una dieta general, u otros hábitos de estilo de vida, que aumentan su riesgo de problemas del corazón.
"Esto no indica que las bebidas endulzadas de manera artificial provocaran el aumento en el riesgo de eventos cardiacos", comentó Colleen Rauchut Tewksbury, dietista registrada y vocera de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics).
Reducir el azúcar añadido sin duda es una buena medida, afirmó Tewksbury, que no participó en el estudio.
Y si las bebidas de dieta ayudan a las personas a lograrlo, añadió, pueden ser un reemplazo positivo.
Pero Tewksbury enfatizó que se trata de "solo un componente" de toda una dieta. Si las personas cambian a los refrescos con cero calorías, pero entonces comen papas fritas y postres, el esfuerzo no vale para nada.
Los hallazgos, que se publicaron como carta de investigación en la edición en línea del 26 de octubre de la revista Journal of the American College of Cardiology, se basan en más de 100,000 adultos franceses que participan en un estudio en curso sobre la nutrición y la salud.
A partir de 2009, los participantes completaron encuestas sobre la dieta cada seis meses, y reportaron lo que habían consumido en las 24 horas anteriores. Basándose en esos registros, los investigadores los dividieron en seis grupos: no consumidores, consumidores leves y consumidores frecuentes de bebidas endulzadas con azúcar y endulzadas artificialmente.
A lo largo de una década, 1,379 de los participantes sufrieron un primer ataque cardiaco, dolor de pecho intenso o ACV. Y en promedio, el riesgo fue un 32 por ciento más alto entre los que consumían bebidas de dieta con frecuencia, en comparación con los que no eran consumidores. El riesgo entre los consumidores frecuentes de bebidas azucaradas fue un 20 por ciento más alto.
Por supuesto, las personas podrían elegir bebidas de dieta porque deben perder peso, o gestionar un problema de la salud, reconocieron los investigadores, dirigidos por Eloi Chazelas, de la Universidad Sorbonne Paris Nord.
Entonces, los investigadores tomaron en cuenta los hábitos de alimentación reportados por los propios participantes, además de los niveles de ejercicio, el tabaquismo y afecciones como la hipertensión y la diabetes.
Y las bebidas de dieta siguieron estando vinculadas con un mayor riesgo de problemas cardiovasculares, aunque el estudio no probó que las bebidas de dieta provocaran los problemas del corazón.
Pero Tewksbury apuntó que es difícil explicar por completo todos los factores de la dieta y del estilo de vida que podrían subyacer al vínculo. También apuntó a las cifras: apenas 56 "consumidores frecuentes" de bebidas de dieta sufrieron problemas cardiacos o ACV, y esto también hace que sacar conclusiones resulte difícil.
El Consejo de Control de las Calorías (Calorie Control Council), que representa a la industria de los alimentos bajos en calorías, también criticó los hallazgos.
"Los estudios epidemiológicos, incluso los que cuentan con muestras de gran tamaño, están sujetos a errores potenciales, entre ellos la causalidad inversa [que los sujetos elijan los edulcorantes bajos en calorías o sin calorías como herramienta de gestionar su peso tras tener sobrepeso/ser obesos] o la confusión residual [la incapacidad de controlar los factores que influyen en los resultados de salud], como anotaron los investigadores", comentó el consejo en una declaración.
El Dr. Andrew Freeman es un cardiólogo de National Jewish Health, en Denver. En su propio consultorio, enfatiza la importancia de la nutrición para ayudar a prevenir y a gestionar la enfermedad cardiaca.
Freeman dijo que es posible que los edulcorantes artificiales, en sí, tengan un impacto negativo en la salud cardiaca. Por ejemplo, algunas investigaciones sugieren que pueden desencadenar una "respuesta" de insulina, anotó. La insulina es una hormona que regula el azúcar en la sangre.
"Al final del día, la mejor bebida sin calorías es el agua", enfatizó Freeman.
Pero el agua no le encanta a todo el mundo, reconoció, y a algunas personas les gusta mucho el sabor dulce y las burbujas de su bebida favorita. "Para las personas, renunciar a sus refrescos de dieta es difícil", dijo Freeman. "Puede ser bastante adictivo".
Pero es mejor limitar los aditivos alimentarios, según Freeman, no solo en las bebidas, sino también en los alimentos procesados en general. "Si no puede pronunciar los ingredientes de la etiqueta, es una señal de advertencia", añadió.
Freeman, a quien se conoce como "el cardiólogo vegano", recomienda comer sobre todo alimentos enteros de origen vegetal: frutas y verduras, frijoles y legumbres, granos integrales y frutos secos. Ese tipo de dieta tiene beneficios probados para el corazón, señaló.
Más información
La Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) ofrece más información sobre la dieta y la salud cardiaca.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
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Posted: October 2020
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