
En los últimos tiempos hemos cubierto ampliamente a Jaguar Land Rover, ilustrando su progreso de 10 años bajo Tata Motors y explorando los retos de mercadotecnia que supuso la introducción del Jaguar I-Pace, el primer vehículo eléctrico de la compañía.
Hace unos meses, conduje el I-Pace por el sur de Portugal, para un total de aproximadamente 560 kilómetros en dos días, cubriendo prácticamente todas las clases de terreno con los que los compradores del auto podrían encontrarse, e incluso con algunos inusuales.
Subimos y bajamos por empinados y sinuosos senderos montañosos, atravesamos un arroyo, ascendimos por una ladera en un camino polvoriento y manejamos frenéticamente a 200 kilómetros por hora en un circuito de carreras.
El I-Pace es el más capaz de los vehículos Jaguar que jamás se haya diseñado y desarrollado, un auto deportivo eléctrico brutalmente rápido, con una carrocería crossover que puede transportar a cinco personas, con todo y sus cosas, a casi cualquier sitio al que quieran ir, y llevarlas tan lejos como quieran conducir en un día, desde luego, sin quemar combustibles fósiles.
Pero he aquí el panorama más completo: el I-Pace marca la llegada de Jaguar Land Rover (JLR) como una organización de ingeniería de primer nivel.
Con los potentes y eficientes motores Ingenium y los vehículos recientes de JLR, como el auto deportivo Jaguar F-Type, el sedán de alto rendimiento XE SV Project 8 y el Range Rover Velar, la empresa está mostrando algunos de sus poderosos músculos ingenieriles.
Pero el I-Pace (cuya preventa se espera para México en los próximos tres meses), se lleva la medalla de oro olímpica en materia de desempeño. La creatividad en su ingeniería es impresionante.
Por ejemplo:
• El conductor puede establecer la temperatura óptima del paquete de baterías mientras el I-Pace está enchufado. Eso ayuda a mejorar el rango.
• Otra característica encaminada a mejorar los rangos es el sistema de aire acondicionado, que intuye el número de pasajeros y hace ajustes para que el aire frío no se dirija a los asientos vacíos.
• A bajas velocidades, sólo un motor eléctrico impulsa al vehículo.
• Al poner los frenos regenerativos en alto se posibilita la conducción con un pedal. Esto significa que, cuando el conductor suelta el acelerador, los frenos regenerativos llevarán al vehículo a detenerse. Varios reporteros elogiaron esta característica durante mi viaje en Portugal.
• El paquete de baterías de iones de litio de 432 celdas puede recargarse en 80 por ciento en 40 minutos usando cargadores de corriente continua de 100 kilowatts, disponibles para el público en general. Con el empleo de cargadores de pared estándar de 220 voltios, para recargar hasta 80 por ciento se requieren 10 horas, lo cual puede hacerse durante la noche.
En los 10 años transcurridos desde que Tata Motors adquirió Jaguar y Land Rover, el crecimiento de JLR ha sido alimentado por una combinación de sistemas de gestión y procesos instrumentados por Ford y BMW, los anteriores propietarios, más financiamiento - sin interferencia - de Tata y al menos otra cosa: talento en ingeniería. En los últimos años, JLR ha reclutado de manera exitosa (y un poco silenciosamente) a algunos de los mejores ingenieros de Europa para trabajar en los futuros vehículos Jaguar y Land Rover.
JLR puede ser pequeña en comparación con Mercedes-Benz, BMW y Audi, pero esa es una ventaja. Un motivo por el cual sus ventas globales han pasado de 186,590 en 2008 a 625,109 el año pasado es que, muy rápidamente, la empresa ha lanzado nuevos modelos en nuevas plataformas. El I-Pace es el ejemplo más reciente.
Transcurrieron cuatro años desde el diseño a partir de cero hasta la sala de distribuidores, lo cual es quizás un récord para un vehículo eléctrico. Y JLR diseñó sus motores en casa. Todo este crecimiento ha sido notado por los ingenieros de la competencia, quienes podrían pasar años de arduo trabajo diseñando las juntas del cabezal o las manijas de las puertas, antes de ocuparse del desarrollo de uno de los sistemas principales en un vehículo importante.
Las semillas plantadas por Al Kammerer, Bob Joyce, Richard Parry-Jones, Wolfgang Ziebart y docenas de otros ejecutivos de ingeniería que desempeñaron un papel clave en el éxito de JLR están rindiendo frutos. A pesar de la incertidumbre política a raíz del Brexit y los posibles aranceles, el proceso de desarrollo de productos de JLR ha demostrado ser rápido, ágil y, lo que es más importante, creativo. Esto representa un activo enorme en un mundo que cambia continuamente.
Ignoramos qué tan bien se venda el I-Pace. Las reseñas han sido positivas, pero la demanda de vehículos eléctricos sigue siendo pequeña. Será necesario convencer a los compradores. Los gerentes de JLR están tomando la ruta conservadora, dirigiéndose a mercados como California, donde consideran que podría venderse hasta 25 por ciento de la producción total del vehículo a nivel global.
Los distribuidores sienten que tienen un éxito en sus manos. De hecho, están pidiéndole a JLR que solicite a la fábrica tantos I-Pace para Estados Unidos como sea capaz de producir, según me dijo Andy Vine, presidente del Jaguar Land Rover Retailer Cabinet.
“El I-Pace le dice al público que este es realmente el comienzo de la moderna marca Jaguar. Todos están emocionados”, agregó Vine, quien espera un rápido inicio para el vehículo. En su propia distribuidora, Jaguar Louisville, en Kentucky, Vine explicó que ha vendido la mitad del lote que recibirá este año. “Tomaremos todos los que podamos conseguir”.
JLR no tiene previsto dirigirse a Tesla en su mercadotecnia, si bien el modelo X es el competidor natural del I-Pace. En realidad, las cosas podrían volverse interesantes para Tesla. Poco tiempo después de que llegue el I-Pace, a finales de agosto, Audi lanzará el e-tron y Porsche introducirá el Taycan al mercado de los SUV eléctricos de lujo.
Para Elon Musk, CEO de Tesla y quien está tratando de que su empresa sea rentable y despegue antes de que llegue la competencia, la pista parece estarse acortando significativamente.