El esperanzador mensaje de una enferma de cáncer: «Lo siento por el que me está llamando, pero no puedo irme todavía»
Mari Carmen demostró ser una mujer luchadora tras cuatro años haciendo frente a una durísima enfermedad

El programa que Carlos Sobera en Telecinco, Volverte a ver, llega a su tercera entrega cargado de historias emotivas y de grandes desafíos. Las personas más diversas recurren al programa por las más diversas causas: reconciliaciones, peticiones de boda, reencuentros después de años, agradecimientos...Todo tiene lugar en un formato destinado a hacerle soltar la lágrima fácil al espectador.
En la primera historia de la noche, Miguel Ángel rememoró su historia de amor con Reyes, a la que conoció recogiendo fresas con 20 años, y anuncia su decisión de pedirle matrimonio en directo. Las cosas no seran tan fáciles, pues la relación entre los dos había pasado por numerosas crisis y altibajos. El equipo del programa le hizo llegar a la mujer un gorro de cocina, una pista insuficiente para que Reyes adivinase quién quería verla en plató.
Miguel Ángel no pudo contener las lágrimas cuando descubrió que Reyes había acudido a Volverte a ver, aunque tuvo que esperar al final para poder verla en persona, pues toda su conversación transcurrió a través de una pantalla. «Ella ha pasado mucho a mi lado por mi culpa, la he hecho sufrir mucho y ha entregado su vida por mí sin pedir nada», dijo Miguel Ángel entre lágrimas.
«A cambio, yo aquí delante de toda España quiero pedirle perdón y decirle que me arrepiento de todo lo que ha pasado, y que la quiero más que a mi vida», continuó el hombre. Reyes recibió con agrado la sorpresa, y dijo de él que era «muy buen hombre, muy buen padre y muy buena pareja. Lo quiero con toda mi alma». Reyes fue capaz de perdonarle a Miguel Ángel sus no pocos errores, entre los que se cuenta el haberla abandonado por la presión familiar. «Toda mi vida me arrepentiré de eso», aseguró Miguel Ángel.
La sorpresa fue ya mayúscula cuando apareció en plató el hijo mayor de Miguel Ángel, nacido de su matrimonio con otra mujer, cargando con un ramo de flores para Reyes. Además del ramo, tenía algo más que darle a la amada de su padre: «Te quiero agradecer todo lo que estás haciendo por nosotros, decirte que te quiero mucho y preguntarte si puedes casarte con mi padre». La respuesta estaba cantada: Miguel Ángel y Reyes se casarán y formarán una familia feliz.
La segunda de la historias de la noche fue, de largo, la más emotiva de la noche. Mari Carmen es una mujer que lleva ya cuatro años pasando por una durísima enfermedad, un cáncer que ya la ha llevado a estar a las puertas de la muerte. Su hermana, apadrinada por Antonio Carmona, quiso darle una sorpresa a Mari Carmen para transmitirle ánimos y esperanzas en su lucha contra la enfermedad.
Antonio Carmona, que hace poco pasó unas complicaciones médicas que casi acaban con su vida, quiso estar en plató para animar a Mari Carmen, una gran fan de su música. Tras su dramática experiencia, el artista ha cambiado su vida y ahora «intento cuidarme, disfrutar más de mi familia y de mis amigos...Y no llevar nada al extremo, hay que dosificar el trabajo. Me he dado cuenta de muchas cosas con esta experiencia».
La historia de Mari Carmen no pudo sino emocionar a todo el público, a Carlos Sobera y al propio Carmona, cuyos ojos vidriosos le delataron. Su actitud y determinación sorprendieron a todos, así como sus ganas de vivir y de exprimir su existencia hasta el último minuto. «Merece la pena vivir, solo por esto merece la pena vivir un día más», dijo tras descubrir quiénes le estaban esperando al otro lado de la pantalla.
«La vida no es la vida en sí, es estar con ellos, con mi familia, y seguir con ellos», continuó la catalana, «yo sé que si me voy ellos seguirán con su vida, pero mientras esté aquí quiero que me vean bien y disfrutar junto a ellos». Mari Carmen terminó demostrando su actitud desenfadada, vitalista y luchadora: «Lo siento a quien me esté llamando, pero no puedo irme: que se espere».
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