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Fárrés terminó a 20 minutos del ganador.
Farrés, tercero en el último Dakar, lamentó que la moto haya perdido potencia en la altura de Bolivia y vaya tan rápido
RETO. El español Gerard Farrés (KTM) aseguró ayer que terminó la séptima etapa del Dakar, entre La Paz y Uyuni (Bolivia), "embarrado" y "meado" por la lluvia caída durante gran parte del día.
Farrés, tercero en el último Dakar, lamentó que la moto haya perdido potencia en la altura de Bolivia y vaya tan rápido como las etapas que se desarrollaron los día pasados en Perú.
"La moto corre muy poco y en las rectas me atrapan enseguida, me enoja mucho porque yo iba perfecto y me encontraba muy bien", dijo Farrés, que terminó la etapa duodécimo, a más de 20 minutos del español Joan Barreda (Honda), ganador de la etapa.
El catalán indicó que fue "durísimo empezar la etapa a 4.000 metros sobre el nivel del mar y con lluvia" y recalcó que "la especial ha sido muy dura porque la arena era muy pesada, el cansancio fuerte por la altura y era muy fácil caer y quedarse sin fuerzas".