
Crece el interés por cultivar pistacho en Castilla y León
Los agricultores destacan el «potencial» de la Comunidad, donde la superficie para producir este fruto se ha multiplicado hasta superar ya las 500 hectáreas
ValladolidActualizado:Colorante, remedio natural y, sobre todo hoy en día, ingrediente en repostería, heladería y otros platos o como fruto seco. El pistacho, con su característico sabor, inconfundible color y crujiente textura, también se encuentra entre esos nuevos cultivos que se hacen un hueco en Castilla y León.
Hay que ser paciente para ver frutos, pues tienen que pasar al menos cuatro años para que los injertos de machos y hembras comiencen a procrear. Pero cuando lo hacen y alcanzan la madurez reproductiva -a los diez años- pueden llegar a recogerse 1.000 kilos por hectárea en secano. «Y se paga muy bien», a unos 8 ó 10 euros el kilo, señala el presidente de Aspropicyl (Asociación de Productores de Pistacho de Castilla y León), José María Rey.
Un colectivo que agrupa a unos 120 productores y que nació para «potenciar» el cultivo de un producto que, pese a que se dijo «que no tenía posibilidad de darse» en Castilla y León, se está demostrando que puede ser «incluso mejor» que en otros lugares. Árbol rústico que requiere sol y aguanta con poco agua, al que los «contrastes de frío-calor» ayudan a «fijar» la calidad.
Y ahí la Comunidad tiene «mucho potencial». El «boom» del pistacho lo demuestran los datos. Hace «seis o siete años» comenzó a introducirse. Si en 2014 había 302 hectáreas declaradas, en 2016 ya eran 546, un 81% más, con Valladolid (266) y Zamora (151) como las principales productoras, aunque está extendido por todas las provincias salvo Soria.
El tirón también se nota en que las plantas escasean, se han encarecido y «se están aprovechando para colar todo», incluso «las malas», denuncia Rey. Desde Aspropicyl organizan cursos y colaboran para ayudar a los productores. Son, sobre todo, jóvenes y muchos no vinculados directamente al campo.